Globalización

El 11 de septiembre de 2001 los hasta entonces inamovibles pilares del Capitalismo y la Sociedad de Consumo empezaron a tambalearse: todavía quedaban personas que no estaban dispuestas a prostituirse en el gran burdel del consumismo compulsivo y además, estaban determinadas a sacrificarse en aras de unos ideales que no se podían comprar ni vender con el vacuo materialismo de una sociedad fláccida e indolente que había renunciado a sus propios principios para dejarse sodomizar por el egoísmo individualista de un sistema económico mundializado, un “Nuevo Orden Mundial” donde las Empresas multinacionales y las obscenas Corporaciones financieras han sustituido a los Estados-Nación y actúan a su libre albedrío sin ningún tipo de control público.