DIVÁN EL TERRIBLE Y LOS FRAUDES DEL DOCTOR FREUD

Lo mismo podemos decir del psicoanálisis y las terapias que secuestran clínicamente a pacientes. Algunos solo presentan malestares difusos, estos pueden ser equivalentes a depresión, ansiedad, síntomas mal sistematizados. Al enfermos se le envía a un terapeuta, que como veremos, pueden ser antropólogos, filósofos, arquitectos, o en el mejor de los casos psicólogos. Después de cinco años de análisis profundo, el paciente muere por un tumor cerebral. Las veces que el difunto trató de ir a ver a un médico, el psicoanalista se lo prohibió, diciendo que eso le haría perder los vínculos del tipo pacientes-analista, la transferencia y contra transferencia. Les prohíben tomar medicamentos, acusan a los médicos y en especial a los psiquiatras de querer hacerlos adictos y cualquier semejanza con cualquier secta, es real.