Hijos de tierras áridas

Volver atrás desde el presente más rabioso, bucear en el "extremo desorden" de circunstancias vitales que no se han terminado nunca de enfrentar,y que siguen llamando a la puerta.Sucesos que están ahí, esperando descongelarse en el cerebro de un autor que, sólo escribiendo, asume y recicla sus aciertos y errores, sus fracasos y triunfos.Sucesos que permanecen hundidos por el dolor que implican y que desde pasado, presente y futuro, emergen para nuestra emoción, sin anestesia.Esta novela no es la culminación de la vida del autor,pero es el comienzo de su aceptación más profunda, del perdón que no se concedía y de la puerta abierta donde todas las claves de su personalidad quedan expuestas sin concesiones, sin falsa humildad y sin cargar las tintas en las crudelísimas situaciones que otros aprovecharían para epatar los bajos instintos del lector.Todo es importante y esclarecedor hasta el detalle.Un autor sin armadura,escribió lo ineludible con la excelencia de un inaudito escritor de raza. Morgana de Palacios