Tú también puedes conseguirlo

Ailín debe encontrar las nueve llaves que dan acceso a la puerta de la felicidad, durante su aventura deberá cruzar el valle de la apatía, elegir una llave del cofre de las decisiones y abrir la muralla de la oportunidad, tareas que todos realizamos una y otra vez todos los días. Por eso este cuento nos resulta tan cercano, porque todos los días cada uno de nosotros somos Ailín. Día tras día queremos cruzar la puerta de la felicidad, y para eso debemos sacar adelante todos esos proyectos que tenemos en mente y que son lo que nos hace distintos. Pero cuando surgen esas dificultades que todos conocemos necesitamos oír esa voz del guía que nos recuerda: “tú también puedes conseguirlo”