“Eso es lo que ando buscando. Quiero encontrarme con Él. Eso es lo que necesito, un encuentro con Jesús.” Cuando me dijo eso Pablo se me pusieron brillosos los ojos. Se me llenó el corazón de alegría y de inmediato pensé “¡Gracias Señor!” Eso es justamente lo que uno espera: que el no creyente se dé cuenta que necesita un encuentro personal con Jesús y que así su vida podría dar un giro de ciento ochenta grados. Mi respuesta automática fue “¡Pídelo!, pídele a Jesús que quieres encontrarte con Él. Ábrele la puerta y Él va a entrar en tu vida”. Estábamos sólo en la tercera sesión de Alpha cuando Pablo manifestó su necesidad. Me sorprendió inmensamente como Dios obra en los corazones de las personas y ver salir esa luz de adentro de Pablo. Hacía tiempo que llevaba escribiendo boletines digitales en donde enseñaba La Palabra. La idea era enseñarla de una forma fácil de digerir; como papilla. Al principio, comencé a enviarla solamente a mis amigos y familiares que “yo creía” que la podían recibir de buena forma. Me acordé de que sólo me tengo que preocupar de esparcir la semilla y que Dios va a obrar en aquellos corazones que Él haya escogido. Decidí enviarlos a mis grupos de WhatsApp; tuvieron muy buen recibimiento. Muchos me agradecían y me contaban que esperaban con ansias el día que los iba a enviar. Entusiasmado fui donde mi señora y le conté la aceptación que estaban teniendo. Sabiamente me pregunta e insta “¿Y por qué no escribes un libro?” “¿Yo?, ¿En serio?” Algo en mi interior me decía que tenía que escribir un libro. Mi señora había encendido la chispa, “¿Pero qué tema? ¿Génesis, Apocalipsis? No me siento capacitado aun para escribir sobre La Palabra”. Casi de inmediato me acordé lo que le pasó al profeta Jeremías cuando se encontró con Dios. Cuando le manifestó a Dios sus dudas y miedos. “Oh Señor Soberano—respondí—. ¡No puedo hablar por ti! ¡Soy demasiado joven! No digas: “Soy demasiado joven”—me contestó el Señor—, porque debes ir dondequiera que te mande y decir todo lo que te diga. No le tengas miedo a la gente, porque estaré contigo y te protegeré. ¡Yo, el Señor, ¡he hablado!”. Nada que hacer. Y aquí está este libro que lo titulé “Un Encuentro con Él”. El objetivo primordial es ayudar al nuevo creyente a entender de forma fácil los temas básicos. Poder marcar la senda, para que la persona pueda tener un encuentro PERSONAL con Jesús y Él cene, se tome un café, tenga una charla con el nuevo creyente y su vida cambie y sea una vida que dé frutos.