Havana Graffiti

Esta no es una crónica rosa; es una de esas historias que nadie te cuenta, una experiencia no recogida en libros o publicaciones oficiales de la isla o del más allá. Es un rumor que flota sordo sobre la Habana y se incrusta en sus muros, en sus columnas, en sus portales, sobrevive allí al constante golpear de las olas en el malecón habanero y el ardiente sol de la isla, pintarrajeada con tal descuido, que es ya parte del paisaje urbano al que nadie presta atención. Es sólo eso: un viaje largo, sin pausa y sin regreso, hacia el limbo del emigrante, una paja mental, un espejismo, un graffiti habanero. Pa´ que nadie venga con cuentos…