La creencia de que un Dios perfecto hizo un mundo perfecto poblado por formas y movimientos perfectos, condujo a la ideología de lo simple, ya que si Dios es orden y forma perfecta, el desorden es el mal que se agazapa como el demonio en las formas irregulares. Dado que no existen puntos sin dimensión, ni rectas ni superficies ni volúmenes puros en el universo, los postulados de la geometría euclidiana la convirtieron en un ¡magnífico método para medir lo casi inexistente!
El descubrimiento de curvas imposibles, de polvos que no son ni puntos ni líneas, de líneas que llenan el plano, de curvas de perímetro infinito que encierran un área finita… cuestionó tales creencias. Hoy, el conjunto de Mandelbrot rivaliza con la poesía del Aleph del cuento de Borges: el punto que contiene todos los puntos del universo. Así, del dibujo a mano pasamos a la cámara fotográfica, y hoy dibujamos paisajes con fractales; quizá mañana podamos aprender a diseñar objetos como el ADN diseña organismos.
Details
- Publication Date
- Nov 3, 2011
- Language
- Spanish
- Category
- Education & Language
- Copyright
- All Rights Reserved - Standard Copyright License
- Contributors
- By (author): Javier Covarrubias C.
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