El montaje y dominio de las piezas para piano es un denso camino que aglutina múltiples factores a controlar. Lectura, digitación, dos pentagramas al mismo tiempo… Son muchos los pasajes que se resisten y que hay que repetir muchas veces para llegar a dominarlos con soltura. Si a esto le añadimos una posición de manos y dedos defectuosa el trabajo se vuelve muy arduo. Pero la experiencia docente demuestra que, en muchas ocasiones, tales “pasajes difíciles” no lo son en sí mismos, pero estaban siendo atacados desde un mal planteamiento de base, provocando los habituales atascos i/o tensiones en las interpretaciones. Justamente, estos ejercicios están pensados para consolidar una postura básica saludable que optimizará el trabajo y construcción de cualquier proyecto pianístico que se quiera asumir. Estas sencillas propuestas van al grano de la cuestión y corregirán de manera eficaz defectos habituales en el tocar, que ralentizan o entorpecen el fluir por el teclado. Como profesor, encuentro espectacular ver en qué grado es responsable en el resultado final una buena y sana educación de la postura base una vez comprendida la relación directa que hay entre la fisonomía del teclado y nuestras manos, desenredando y acelerando así la llegada de lo más gratificante: La interpretación.