EL ARTE DE LA GUERRA

SUN TZU EL ARTE DE LA GUERRA. Con la llegada de los misioneros europeos a China a finales del siglo XVI, el oculto tesoro cultural de este inmenso país, poco a poco se fue filtrando hacia el mundo occidental, que con sorpresa vino a darse cuenta de la existencia durante milenios de una inmensa potencia cultural, económica, sin que nadie, en Europa, se hubiese percatado de su presencia, y lo más trascendental de todo, la mayor parte de ese tiempo la había superado en adelantos técnicos, científicos y culturales, y además, que era poseedora de una brillante ideología filosófica que nada tenía que envidiar a la de los clásicos griegos y figuras del renacimiento, y que era respetada y cultivada celosamente por sus eruditos e intelectuales. Pronto, y en la medida que se pudo penetrar el oscuro mundo religioso que cubría aún a Europa, estas obras fueron llegando, primero a cuenta gotas, y más adelante en avalancha, y las más lucidas mentes progresistas comenzaron a darse cuenta de la valía de aquel inmenso tesoro cultural. Sin embargo, el hermético estado chino pronto se dio cuenta de que esto no podía llevarse a cabo de forma descontrolada y que era necesario ocultar determinadas obras a los ojos de los ambiciosos intrusos y una de estas, en forma de libro, fue el “Arte de la guerra” de Sun Tzu. De esta manera, mientras que otros clásicos confucianos y laozianos ya circulaban ampliamente por Europa, no ocurría lo mismo con este pequeño manual de apenas 13 capítulos dado por el gran hermetismo de las autoridades militares del país asiático por guardar el valioso tesoro de una obra con la cual se podría estar en condiciones de emprender una contienda bélica, y de hecho ganarla.