La curiosidad no solo mató al gato

Esta corta historia es el producto de la imaginación de un niño de 11 años, un niño que se deprimía ante los atardeceres, que se sentía débil y diferente a los demás, que tenía un trauma muy grande y que sólo podía desahogarse mediante las letras y la música, personas para hacerlo habían muchas, pero confianza, eso no lo sentía. Esta historia fue encontrada por ese mismo niño 6 años después, dándose cuenta de que en 6 años la vida te puede cambiar por completo y dar un giro de 180°, que no importa que tan oscura se vea la noche, siempre tendrá la luz de la luna, que nunca está solo y que pensar y ser diferente a los demás lo hace especial, original. Han pasado 6 años y ha cambiado su vida por completo, aún sigue siendo un niño, pero más libre, más él. Y aunque la historia no tiene nada que ver con su vida demuestra lo macabros que estaban sus pensamientos y lo retorcida que estaba su vida, aquí la desempolvó y la sacó a la luz y la comparte con ustedes sin cambiar ni una sola palabra del manuscrito original...